¿Sabes cómo afecta tu interpretación del mundo a tus emociones? ¿Sabes que tus emociones o estado de ánimo pueden alterar la percepción de cómo está resultando tu día? En definitiva ¿eres consciente del poder que tiene tu pensamiento a la hora de crear tu realidad? Sea cual sea tu respuesta a estas inquietantes preguntas, esta lectura te hará más consciente de tus emociones y pensamientos, ayudándote a tomar las riendas de tu vida.
Nuestro cerebro está constantemente recibiendo estímulos del exterior. Pues bien, ahora también sabemos que el cerebro escoge a cuáles de esos estímulos les vas a dedicar tu atención. Y es que sería realmente estresante y agotador si tuviéramos que atender cada estímulo o acontecimiento que se cruza por nuestro camino.
Nuestra mente selecciona la información, ¿pero en qué se basa para tomar una decisión u otra?
A veces esta selección se hace de forma consciente, y otras (la mayoría) de manera inconsciente. Cuando elegimos de manera consciente, en nuestra mente tiene lugar un proceso cognitivo que nos permite analizar las diferentes opciones y, en base a un argumento u otro, tomamos la decisión.
¿Pero qué sucede con las elecciones que se hacen desde el subconsciente? No se hacen al azar, ni mucho menos, de hecho sucede algo parecido a las elecciones conscientes, ya que nuestra mente tiene argumentos de peso para decidir, pero ¿de dónde salen esos argumentos?
El lugar de donde nuestra mente saca la información está en nuestras creencias, pero de ellas hablaremos en otro artículo. Hoy nos centraremos en la comprensión de cómo esas creencias llegan a tomar forma.
A lo largo de nuestra vida, desde muy pequeñitos y gracias a las experiencias que vivimos vamos poco a poco creando en nuestra mente un filtro personal para entender y manejarnos con el mundo. En la Programación Neuro-Lingüística esta idea quedaría representada por una de sus presuposiciones: “el mapa no es el territorio” (Alfred Korzybski).
El mapa está formado por un sistema de creencias que aprendemos sin darnos cuenta, a medida que vamos creciendo. Absorbemos toda la información del ambiente (la cultura, las costumbres, comportamiento de tus padres, etc.) y va conformando nuestro mapa mental. Este mapa da forma a nuestra educación, nuestros gustos, a lo que consideramos que es correcto y lo que no.
Pensemos en un ejemplo para explicar cómo se construyen las creencias. Para un segundo, cierra los ojos, e intenta revivir tu primer recuerdo con un perro ¿Cómo fue la experiencia?
Si las emociones que experimentaste en esa situación eran de alegría o sorpresa, te sentías seguro/a para interactuar con ese animal y te divertiste, probablemente tu recuerdo de esa experiencia será agradable. Pero si por el contrario, te sentiste amenazado/a, no sabías cómo actuar porque el perro no dejaba de saltar y dar vueltas alrededor de ti, tu recuerdo de esa experiencia será algo más desagradable. O al menos la información quedará grabada en nuestro mapa o filtro, como una situación insegura. Dicho de otro modo, tu subconsciente graba la información de que, con un perro, una vez te sentiste inseguro, y esto ayudara a tu cerebro a interpretar que debes estar alerta en las situaciones en las que haya perros.
Las emociones que hemos ido desgranando en artículos anteriores, tienen una importancia vital a la hora de construir nuestras creencias, ya que son las encargadas de poner la etiqueta de agradable o desagradable a las cosas que nos suceden. Harán que la experiencia quede almacenada en nuestro mapa de una manera u otra, dando forma a tu representación interna de la realidad. Haciendo que nuestra atención vaya en una dirección u otra.
Siguiendo con el ejemplo, si tuviste una experiencia algo desagradable con los perros, parece lógico pensar que no estudiarás veterinaria. O que si tu primera experiencia con la nieve fue agradable, el Esquí o Snowboard será un deporte que te gustará practicar.
Esto se hace notable también, cuando observamos cómo se entiende la muerte en culturas diferentes. Por ejemplo, en México, su manera de entender el dolor que produce la perdida de alguien querido es muy diferente a la nuestra. El día de los difuntos, allí es celebrado con música y color, mientras aquí nos vestimos de negro y tratamos de guardar silencio. En ambas culturas, se siente la tristeza, pero la forma de gestionarla es diferente.
Os proponemos un sencillo juego o ejercicio cuyo objetivo es evidenciar la interpretación que hacemos, tomando por ejemplo estas tres imágenes. Lo podéis realizar con vuestros familiares, amigos, alumnos, etc.
Cuando observáis cada una de estas imágenes ¿cuál es la primera idea o palabra que se os viene a la mente? No lo penséis demasiado, porque entonces será una decisión consciente, nos interesa que apuntéis lo primero que se os pase por la cabeza. Anotad sin decir nada en voz alta y después compartir lo que habéis escrito.
Probablemente no hayáis pensado en las mismas palabras o ideas, ya que esas imágenes no os transmitían lo mismo, gracias a vuestro mapa.
Os invitamos a que tratéis de conocer vuestras interpretaciones y creencias. Y recordad, antes de comenzar a realizar cambios, hay que saber de donde partimos, así que ¡a observar vuestras interpretaciones!
Las emociones no dependen de las circunstancias que vivimos, sino de la manera que tenemos de interpretar esas circunstancias.
enhorabuena, me parece interesantísimo y se de lo que hablo, gracias por vuestra ayuda y no pareis, es muy importante lo que enseñais para ser feliz y hacer feliz a los que viven con nosotros
Muchas gracias por tus palabras! Seguiremos trabajando!
Un abrazo