El enfado ¿Qué representa y cómo gestionarlo?

Si en el artículo anterior atendíamos el enfado o rabieta de los más pequeños de la casa, esta vez queremos compartir información sobre el ENFADO en los adultos.

En nuestro día a día nos encontramos con una gran cantidad de normas, que en pro de una buena convivencia regulan parte de nuestro comportamiento. Por ejemplo, cuando vamos en transporte público debemos ceder el asiento a personas más mayores, debemos dejar salir antes de entrar, etc. Muchas de las leyes también están enfocadas a lograr este objetivo, por ejemplo el código de circulación nos ayuda a poder movernos de una manera organizada para evitar el mayor número de accidentes posible.

Pero ¿qué pasaría si una persona se aventurase a coger el coche sin conocer el código? Pues que muy probablemente, su viaje seria estresante, accidentado y le resultaría más que complicado llegar a su destino, por no hablar del daño que podría producir a terceras personas.

Resulta que a las personas nos pasa algo similar. Todas tenemos un código que marca nuestros límites. Cada uno y cada una vive con unas pautas o unas leyes, que dan forma a su comportamiento con los demás. Y en base a como tratamos, esperamos ser tratados. Cuando nos enfadamos, estamos sintiendo que alguien o algo está tratando de sobrepasar mi límite.

Ahora bien, ¿sabes realmente cuáles son tus límites? ¿Sabes cuáles son las actitudes o maneras de actuar que te molestan? ¿Has identificado al molestarte con alguien, que límite estás sintiendo que no respetan?

Si no tenemos bien identificado todos esos aspectos que nos molestan y que podrían hacernos explotar, habrá momentos en los que iremos por el mundo como si no conociéramos el código de circulación, entonces nuestro camino se volverá más accidentado, desagradable y, muchas veces, nos arrepentiremos de haber causado daño a terceras personas .

El enfado (o ira) es una de las emociones básicas cuya función es la de darnos el coraje y la energía para defender nuestros límites .En la mayoría de las ocasiones al enfadarnos, hemos tenido alguno de estos pensamientos.

Nos creamos una expectativa, de manera inconsciente y basada en el código que antes mencionábamos, sobre cómo debe ser algo o alguien, ese algo sucede o ese alguien actúa de manera diferente a tu expectativa. Comparamos de manera automática, sin darnos cuenta, lo que sucede y lo que inconscientemente habíamos esperado, y como no nos gusta, surge la emoción del enfado.  Por ejemplo, cuando esperas que tu cumpleaños sea una de las mejores fiestas del año, y resulta que de repente se pone a llover; que a muchas de las personas que te habían confirmado, la vida les complica el asistir,  y un sinfín de pequeños percances que hacen que tu celebración ya no parezca

Como hemos comentado, el enfado sirve para que podamos defender nuestros límites y que los demás no se aprovechen de nosotros. Esta emoción hace que una gran cantidad de energía se movilice hacia nuestros pies, por si hay que correr, y hacia nuestras manos, por si hay que defenderse. La respiración se acelera .El corazón aumenta su ritmo de trabajo, y bombea una mayor cantidad de sangre. Gracias a esta emoción somos capaces de obtener la energía que nos movilizará a realizar los cambios necesarios en aquellos aspectos que no nos gustan.

Como sucede con todas las emociones, ninguna de ellas es positiva ni negativa en sí misma. Sin embargo su gestión sí que puede ser positiva o negativa, y aquí es donde podemos incidir para marcar la diferencia.

Podemos hacer que el enfado sea positivo y juegue a nuestro favor, si lo manejamos correctamente. Para esto os proponemos una serie de ejercicios que os ayudarán a identificar.

Estas herramientas que os planteamos, no harán que dejéis de enfadaros. Lo que sí lograréis tras practicarlas, es tener un mayor nivel de autoconocimiento, y lograr así identificar vuestros límites, lo que en un futuro sí que se traducirá en un menor número de enfados.

Herramientas para su gestión

Identificar aquello que me molesta_ Esta herramienta es muy sencilla, pero tiene una gran eficacia. Consiste en elaborar una lista de las cosas, situaciones, acciones de los demás, acciones propias, injusticias que observamos que nos disgustan. No escatiméis en detalles. Esta lista podría ser interminable, pero vayamos poco a poco, al menos que haya quince aspectos que nos molestan. Al terminar, le daremos una puntuación del 1 al 10 a cada una de esas situaciones que hemos escrito, siendo 1 aquello que me supone una ligera molestia y 10 aquello me lleva directamente a explotar.

enfado

Recuperar la respiración_ Como ya os comentábamos uno de los síntomas del enfado es la aceleración de la respiración. El cómo respiremos sí que es algo que depende totalmente de nosotros/as, por lo tanto podemos elegir como queremos respirar. Sin lugar a dudas, manejar y lograr relajar la respiración hará que la intensidad de la emoción descienda, pudiendo así tranquilizarnos y evitar decir cosas que en realidad sólo nos saldrían si hablamos desde el enfado.

Uso de mindfulness_ Esta herramienta sería útil con la gestión de cualquier emoción. Aquí os dejamos el enlace del artículo donde encontrareis los pasos y un enlace para que podáis realizarlos con música.

Caja de la calma o caja del desenfado_ Crea una caja o algún espacio donde puedas guardar, para cuando lo necesites, aquellos utensilios o herramientas que para ti son útiles a la hora de relajarte. Por ejemplo, un cuaderno con bolis o pinturas. Un reproductor o llevar música en el móvil que te ayude.

“Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”

Aristóteles

3 comentarios en “El enfado ¿Qué representa y cómo gestionarlo?

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