¿Sabías que tu estilo de apego puede tener una influencia importante en las relaciones con tu pareja, amigos y familiares? Antes de continuar conviene aclarar que el apego se refiere a los patrones emocionales y de comportamiento que desarrollamos y aprendemos al relacionarnos con los demás. Especialmente aquellas relaciones que tenemos con nuestros cuidadores primarios (normalmente mamá o papá). Si queréis ampliar la información sobre que es el apego y cómo se construye haz clic aquí
Y es que comprender nuestro estilo de apego nos puede dar mucha información sobre nuestras necesidades emocionales, modo de relacionarnos e incluso puede dar explicación a algún tipo de comportamiento conflictivo que se repite con las personas que nos rodean.
Y es que en este artículo queremos profundizar en cómo conocer nuestro estilo de apego puede darnos información relevante sobre las necesidades emocionales que tenemos al relacionarnos con los demás. Mary Ainsworth, nombró tres estilos o patrones de apego: el apego seguro, el apego ansioso-ambivalente, el apego evitativo, más adelante se identificó el cuarto estilo, en el que no nos detendremos aquí, que sería el apego desorganizado.
Nos parece importantísimo tener en cuenta que el estilo de apego no es estático y podemos modificar nuestro patrón de relación. Eso sí, habrá que dedicarle tiempo, amor y trabajo personal. Veamos cada uno de los tres estilos
Apego seguro
El estilo de apego seguro se caracteriza por una sensación de seguridad en las relaciones y suelen mostrar los siguientes comportamientos
1. Confianza en sí mismos y en los demás. Suele estar presente la creencia de que pueden confiar en sus habilidades y en las habilidades de su entorno para dar cabida a sus necesidades emocionales.
2. Capacidad para establecer relaciones sanas. Las relaciones que establecen están basadas en la confianza y el respeto mutuo.
3. Comunicación emocional eficaz. Son capaces de manifestar sus necesidades y deseos de manera asertiva, así como son capaces de escuchar las necesidades y deseos del otro/a
4. Seguridad y estabilidad emocional. Se encuentran cómodos manifestando sus emociones y pidiendo apoyo emocional cuando lo necesitan, sin sentir que ello les hace más vulnerables. Además de mostrar una base emocional sólida que les protege de verse contaminados por el estado emocional del otro
5. Independencia y cercanía en equilibrio. Son personas que disfrutan de pasar tiempo con su pareja y a la vez también le dan espacio e importancia a sus ratos de soledad, por lo tanto también respetan ese espacio de la otra persona
6. Visión positiva del conflicto. Estas personas reaccionan a los conflictos mostrando comprensión hacia el enfoque del otro, es capaz de buscar soluciones conjuntas y de manera constructiva
7. Flexibilidad y capacidad de adaptación a las circunstancias.
Apego ansioso-ambivalente
Este estilo de apego principalmente se caracteriza por el miedo a quedarse en soledad, es decir la inseguridad de sentirse capaces de hacerlo solas/os. Las principales características que pueden presentar son:
1. Miedo al abandono. Esta inseguridad puede dar lugar a comportamientos dependientes y la búsqueda constante de la atención y muestras de cariño de la otra persona.
2. Necesidad constante de validación. El hecho de necesitar la aprobación de sus acciones puede acarrear el peligro de sobrecargar a la otra persona, y encontrar a menudo conflictos si la otra persona no logra satisfacer sus necesidades de l amanera que desean.
3. Celos e inseguridad. LA interpretación que las personas de este estilo suelen hacer de las acciones de los demás, es que no son completamente sinceros y que a la mínima se van a ir porque no son los suficientemente buenos
4. Búsqueda de contacto y conexión. Hay ocasiones en las que esta búsqueda constante de sentirse conectados, o de estar en contacto físico puede resultar algo invasivo o abrumador para otras personas, llegando quizás al agobio.
5. Dependencia emocional. Es una de las principales consecuencias de este estilo de apego. El depender de otra persona les puede llevar a problema para ser funcionales en su día a día, incluso llegando a no saber diferenciar que necesidad es la suya o la del otro
6. Ciclos de crisis y reconciliaciones. Este es uno de los comportamientos que aparentemente son contradictorios, puesto que eligen alejarse de su pareja, antes de que les abandonen, pero después, al verse solos o sentir que dejaran de ser importantes para el otro, vuelve la necesidad de conectar y buscaran la reconciliación
7. Dificultad para decir no. Estas personas suelen presentar dificultades para establecer límites saludables con los demás, y claro como ellos lo hacen, esperan que los demás también lo hagan, llegando a comportamientos de hiperexigencia o falta de autocuidado
El apego evitativo
En el caso del apego evitativo la gran tarea a superar es la percepción de que no son suficientemente válidos, porque cuando se mostraron tal y como eran a sus cuidadores, éstos no supieron validar/acoger sus necesidades emocionales. Algunos de sus comportamientos más comunes serian:
1. Problemas para la comunicación emocional. Son personas que se mueven mejor en la relación distante, superficial, sin mucho contacto físico.
2. Dificultad para compromiso. Sienten malestar ante la posibilidad de perder su independencia, por lo que evitan comprometerse con la otra persona para su libertad no se vea menoscabada.
3. Retraimiento emocional. Dado la falta de conocimiento y conexión con sus emociones, son personas que se sienten muy inseguras cuando se habla de emociones, y tienen a retirarse para que esto no sea evidente para los demás
4. Esquivan el conflicto. Dado que en los conflictos interpersonales, las emociones suelen jugar un papel importante, son personas que no entraran en debate o en discusión de manera abierta, son aquellas conductas parecidas a me enfado, pero luego se me pasa y hago como no ha sucedido nada
5. Priorización de los argumentos racionales frente a los emocionales. A menudo pueden pecar de invalidar las emociones de lo que les rodean, provocado por su falta de conciencia sobre las emociones, pueden tener frases como “no puedes enfadarte por eso, no es lógico”
6. Desasosiego en la intimidad. Suelen sentir una gran incomodidad al enfrentarse a la intimidad emocional, puesto que sienten que están perdiendo su independencia
7. Patrones de relaciones superficiales o intermitentes, ya que esto les permite evadir el sentimiento de estar emocionalmente conectados a otra persona.
Como veréis, identificar el estilo de apego no es tarea sencilla, ya que lo normal sería tener un poco de todo. Para lograr identificar cual es nuestro estilo predominante debemos fijarnos en aquello que nos hace conectar de manera más profunda con nuestra “herida”. Dicho de otro modo, debemos identificar cuál o cuáles de los comportamientos descritos me afectan en mayor medida, o con mayor frecuencia en mis relaciones interpersonales
Una vez que somos conscientes de nuestro estilo de apego, podemos comenzar a transformar nuestras relaciones. De manera general, y sabiendo que cada persona es un mundo para aquellos con un apego ansioso-preocupado el reto que tienen por delante para acercarse al apego seguro, será trabajar en la autoestima y en la capacidad de autocompasión, aprender a encontrar seguridad dentro de uno mismo y aprender a escuchar más a su hemisferio izquierdo en lugar de creerse todo lo que el hemisferio derecho da por válido.
Por otro lado, para aquellos con un apego evitativo, puede ser beneficioso aprender a reconocer y expresar sus propias emociones de manera más fluida. Trabajar en la confianza y en la aceptación de la vulnerabilidad puede ayudar a construir una base más sólida para la conexión emocional ya sea con la pareja o con cualquiera de nuestras amistades. Estas personas para acercarse al apego seguro y deben afrontar el miedo que tienen a ser rechazados de nuevo.
En última instancia, comprender cómo nuestros estilos de apego influyen en nuestras relaciones de pareja nos brinda la oportunidad de tejer conexiones más fuertes, saludables y conscientes.