Afortunadamente, cada día es más común el poder hablar sobre la tristeza. Y es que parece que la tristeza se asocia con la debilidad, con algo aburrido, poco agradable y que es mejor no mostrar.
Os queremos presentar otra faceta de la tristeza, tratando de evitar juicios de valor y creencias populares que poco nos ayudan a entender y aceptar nuestras emociones.
¿Que significa esta emoción?
Estar triste en ocasiones, no es algo grave ni algo de lo que haya que avergonzarse, al contrario, es saludable. La tristeza aparece en nuestro día a día, cuando aquello que nos está pasando, o que ha pasado, significa una pérdida para nosotr@s.
Todas y todos hemos sentido tristeza en algún momento, y no negaremos que es una de las emociones desagradables. Pero si la manejamos, evitaremos el sufrimiento innecesario que a veces nos provoca. En ocasiones no queremos que esa pérdida suceda, no es nuestra elección y actuamos tratando de mantener las cosas como están. Unas veces lo conseguiremos y otras no. Y es en este último caso cuando debemos pasar por el duelo y darnos tiempo para procesar esa pérdida.
Pueden ser pérdidas más o menos importantes para ti, y por tanto su gestión será más o menos compleja. Sucede que hemos aprendido a gestionar las pequeñas pérdidas, ya que no son graves y nos permiten seguir con nuestro día. Por ejemplo, ¿A cuántos de nostr@s nos ha producido tristeza perder el móvil? En algunas ocasiones, después viene el enfado por la cantidad de dinero y gestiones que hay que realizar, pero lo que primero hemos sentido es tristeza. Ya sea por la pérdida de las fotos, de los vídeos, por los contactos, o por no tener el servicio de mensajería que facilita tanto la comunicación.
Cuando la pérdida que hemos sufrido es más importante para nosotr@s (ruptura sentimental, el fallecimiento de alguien querido, el diagnóstico de una enfermedad, perdida de un trabajo, etc.), resultará más complicado seguir con nuestras tareas rutinarias. Entonces se hace más necesario manejar esa tristeza. El tiempo para superar una perdida variará en función de lo importante que ésta sea para ti.
La tristeza, como todas las emociones, se refleja tanto en nuestra expresión facial como en nuestro cuerpo; en estos casos es frecuente la sensación de tener poca energía, tendencia a estar tumbados, hablamos menos, los labios dibujan una curvatura hacia abajo, los ojos caídos y en ocasiones con lágrimas. En un primer momento buscamos aislarnos, necesitamos estar con nosotros mismos y después, una vez sepamos y entendamos que nos sucede, es probable que pidamos a alguien que nos escuche o simplemente nos sentará bien compartir nuestra tristeza
Algo que nos parece importante mencionar es que la tristeza y la depresión no son lo mismo. La depresión es una psicopatología, con la tristeza como una de sus facetas. Si consideras que estás pasando por esto, no dudes en consultar con un profesional, es un trance algo tedioso, pero saldrás con un mayor equilibrio necesario para alcanzar el bienestar.
¿Qué herramientas existen para manejar esta emoción?
El primer paso para manejar nuestras emociones es la identificación. Esto que me está sucediendo ¿qué supone para mí? (una ganancia, una pérdida, me siento insegur@). El segundo paso sería la aceptación de que eso que estoy viviendo, me afecta. En este punto sería muy positivo no juzgarse, esta emoción nos afecta a todas y todos.
Hay un gran abanico de posibilidades para manejar la tristeza. Éstas que te presentamos aquí, son sólo propuestas. Probablemente haya algunas que te sirvan mejor que otras. A medida que vayas adquiriendo experiencia en el manejo de esta emoción, estamos seguras de que serás capaz de crear las tuyas propias.
- Escribir. Puede ser una carta, un cuento, una poesía o simplemente palabras desordenadas. Este escrito no es para enviar, es sólo para ti. Si después quieres compartirlo, adelante, pero no es necesario para que la herramienta surta efecto. Puedes utilizar el lenguaje y las expresiones que quieras. Trata de escribir sin leer lo que has escrito, ya que eso hará que intentes darle una estructura lógica, y no buscamos la lógica, sino la expresión de la emoción.
- Alguna manualidad. A pesar de que la tristeza nos empuje a no hacer nada, sería positivo realizar alguna actividad que requiera de la destreza manual. No sólo encontramos el beneficio de que al hacer, por ejemplo, un mandala, centramos nuestra atención en otro aspecto que no sea la experiencia que hemos vivido, sino que además, puede que aumentemos nuestra alegría y sensación de ganancia al ver que hemos creado algo con nuestras propias manos.
- Expresión corporal. Actividades que tengan que ver con la interpretación, el deporte o el baile, harán que tu cuerpo active neurotransmisores que ayudarán a subir tus niveles de dopamina, endorfinas y serotonina. Esta herramienta tendrá mayor eficacia en personas kinestésicas.
- Escuchar música. Los beneficios de la música son muy diversos. En relación con la tristeza, es frecuente que la música nos ayude a conectar y aislarnos para poder experimentar la emoción. Y además, podéis usarla para acompañaros en cualquiera de las tres herramientas que os hemos ofrecido anteriormente.
Y de repente llega la tristeza para recordarte las cosas que importan
Puedo asegurar que todo lo que decís ayuda en el caso de estar tristes. Otra cosa que a mí me ayuda es estudiar. Parece que no es normal, pero en mi caso funciona.
Gracias Virgina por tu comentario y gracias por aportar otra estrategia más. ¡Estudiar y aprender cosas nuevas es algo muy beneficioso en muchos aspectos!