Cada vez se da más importancia a las habilidades sociales, y es que saber usar estas herramientas, ayudará a que nuestros hijos sepan manejarse en el mundo que les rodea, y puedan hacer frente de una manera exitosa a los obstáculos que les vendrán en el futuro. Al final de este artículo encontrareis plantillas para comenzar a entrenar la asertividad.
Que nuestros niños/as se comuniquen eficazmente, que expresen sus emociones sin miedo al qué dirán, que sean capaces de defender sus derechos sin agredir al otro, que sepan hacerse escuchar, que tengan su propia opinión y no se dejen arrastrar por lo que digan los demás… es algo que tanto padres, madres, profesoras, educadores, abuelas, etc, queremos para nuestros niños/as.
Pero antes de comenzar a entrenar esta habilidad en los peques, debemos tomar conciencia de si somos o no asertivos. Si queréis mejorar vuestra comunicación, aquí os dejamos algunas ideas para comenzar. Y es que como adultos de referencia tenemos un papel fundamental en este entrenamiento por dos motivos:
Es un tipo de comunicación que se ubica dentro del marco de las habilidades sociales. Consiste en defender nuestros derechos y opiniones, y expresar nuestras emociones emociones de manera adecuada.
La asertividad es el punto intermedio entre una comunicación agresiva y una comunicación pasiva. Os proponemos una manera sencilla para explicar a vuestros menores las diferencias entre los tres estilos de comunicación:
Si preferís usar un vídeo, aquí os dejamos un link con los tres ejemplos y personajes animados .
No hay una edad exacta, ya que cada menor es diferente. Pero podemos comenzar en el momento en el que empiecen a comunicarse y a relacionarse con los demás. Tengamos en cuenta que están aprendiendo, luego seamos pacientes con sus errores.
Hay que dejar bien claro, que el hecho de expresar nuestra opinión, nuestras emociones o pedir un favor de manera adecuada, no es sinónimo de que tengamos que hacerles caso. Es fundamental ir desarrollando también una sana tolerancia de la frustración en las relaciones con los demás.
Es importante también asumir que la autoestima y el estilo de comunicación están íntimamente relacionados y se irán desarrollando a la par. Por ejemplo, si mi hijo se siente inferior a los otros, y considera que sus opiniones no son importantes, lo más probable es que se relacione como una tortuga. Si por el contrario, mi hija siente que es superior a los demás y que sus necesidades son más importantes que las del resto, lo más probable es que se comunique como un dragón, mostrando muy poca asertividad. Una vez más, la virtud está en el equilibrio.
Nuestro papel será el de reforzar cada logro que alcancen en su comunicación, ayudarles a encontrar que aspectos tienen que mejorar y ayudarles a identificar sus emociones. Aquí tenéis algunas pautas para fomentar el desarrollo de la asertividad.
Aquí tenéis la plantilla de ejercicios para comenzar a ensayar y practicar situaciones del día a día, ya sean situaciones que os hayan pasado a los adultos, o que ellos propongan alguna que hayan vivido.
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Me encantó por demás muy interesante en un mundo tan globalizado e imitador de costumbres es importante trabajar esas habilidades sociales.
Gracias Maribel, y totalmente de acuerdo contigo, trabajarnos a nosotros mismos y mismas para también trabajar las habilidades de los pequeños y pequeñas.