La etapa adolescente es una época de numerosos cambios físicos, psicológicos y sociales. Estos cambios afectan a todas las facetas de su vida, y por supuesto a vosotros/as como referentes de una de las áreas más importantes, la familia. Probablemente ya habréis notado que su comunicación va cambiando.
Lo primero que debemos hacer es armarnos de paciencia y aceptar que:
En un artículo anterior hablábamos sobre cómo favorecer la autoestima de los/as adolescentes, aquí os dejamos el link para ampliar información. En este artículo abodaremos un tema que nos apasiona, la comunicación con los/as adolescentes.
A menudo en las sesiones nos encontramos con muchas quejas y demandas de madres y padres que están relacionadas con diferentes aspectos de la comunicación. Son familias que han comenzado a notar cambios que no saben cómo abordar y es que, lo que antes funcionaba, ahora ya no parece dar resultado. Algunas de las quejas más comunes son:
Estas situaciones se dan en la mayor parte de los hogares en los que conviven con adolescentes, es algo común porque tiene una explicación evolutiva. A esta edad comienzan a crear sus propias opiniones, y una de las maneras más sencillas y seguras para ir entrenando esta habilidad, es practicar en casa.
Como adultos de referencia para vuestros/as hijos/as, debéis tener claro que el proceso que tenéis entre manos es un proceso importante que merece atención y cuidado. Cualquier persona con menores a su cargo, querrá que éstos sean personas adultas capaces de tener una opinión, de decir que no cuando algo o alguien no les gusta, que sepan negociar, que muestren respeto por la opiniones de los demás, que sepan escuchar…
Estas actitudes y herramientas de comunicación no se aprenden espontáneamente, se aprenden en casa. Lo que queremos decir con esto, es que sois el ejemplo a seguir por vuestros/as adolescentes, y no aprenderán lo que decís, sino lo que hacéis.
A pesar de que no lo verbalicen y sus comportamientos parezcan evidenciar lo contrario, para vuestros hijos/as sois la referencia, y esto exige una gran gestión emocional para evitar que explotemos ante sus cambios.
Para comenzar con esta gestión emocional os proponemos que bien en pareja, o vosotros/as a solas, uséis la herramienta de “siento, pienso y actúo”, si no habéis leído el artículo sobre cómo usarla, pinchad aquí. Os ofrecemos un ejemplo:
Como veis las emociones que provoca un conflicto con nuestros/as adolescentes son muchas y variadas. Eso es exactamente lo que tenemos que atender. Esas emociones nos ayudan a identificar nuestra necesidad. Por ejemplo ante la culpa que pueda surgir por no tener un hijo/a como esperábamos que fuera, podríamos darle una vuelta a ese enfoque y pensar, «bien, nadie es perfecto, y esto no significa que mi hijo/a vaya a ser tan desastre para siempre, ¿cómo puedo fomentar el orden en su cuarto?» Esta herramienta nos ayuda a orientarnos a los pequeños objetivos.
Este recurso permite una reflexión sobre las creencias que tanto padres/madres como adolescentes tenéis sobre cómo deberías comunicar y sobre cómo deberían comunicarse contigo. Pero estas creencias a menudo se transforman en piedras que dificultan la comunicación eficaz.
Lo realmente importante es averiguar si ahora, en esta etapa de tu vida y de la vida de tus hijos/as estas creencias están acercándote a la comunicación que quieres tener o por el contrario te están alejando. Si este es vuestro caso, es el momento de pasar a la acción y comenzar a crear los espacios que te permitirán experimentar la maravilla de una conversación.
Como comentamos anteriormente es muy importante escuchar las dos visiones de este conflicto. Por eso es importante que ambas partes puedan reflexionar con esta herramienta, ya que nos centrará en las necesidades más urgentes e importantes de atender.
Así que aquí tenéis la misma herramienta que os mostrabamos con la visión de la madre, pero esta vez completada por el hijo adolescente.
Compartimos algunas sugerencias:
Recordad que estáis en un proceso y que en este tipo de procesos no sirve de nada correr. No existen las soluciones mágicas y exige la colaboración de todas y de todos. Debemos ir ajustando las expectativas para no frustrarnos.
Antoine de Saint-Exupéry
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Hola! Gracias por su contenido. ¿Qué puede hacerse/ decirse/ preguntarse cuando el adolescente dice "me da igual"? Me da igual cómo se siente el otro, me da igual si me echan la bronca, me da igual si...? ¿Qué está pasando en su interior? ¿Cómo podemos sacar el sentimiento real y la necesidad real? Es duro cuando el chico o la chica se cierra así en banda. Muchas gracias.
Gracias por tu comentario Dara. El "me da igual" de un adolescentes puede ser muy recurrente y provocar numerosos enfados a los adultos. Es importante en ese caso saber que esa frase esconde un para qué. Lo suelen utilizar como una barrera, una protección y puede ocultar un miedo.
Si queremos que baje esa barrera tenemos que estar muy seguros de que podemos y estaremos para sostenerles y acompañarles, ya que si están ahí es para protegerse de algo que no saben hacer de otra manera.
Por otro lado, también aparecen cuando utilizamos excesivamente los premios y castigos y después de diversos castigos (o de no conseguir los premios deseados) sienten que les da igual las consecuencias.
¿Qué podemos hacer? Pues recomendamos primero buscar la conexión con el/la adolescentes. Conseguir momentos de calidad con esa persona para conectar. Momentos distentidos, donde se comparta tiempo, disfrute, experiencias... Y a partir de ahí ir profundizando y creando un vínculo de confianza y compromiso. Ir así saliendo también del modelo de premios y castigos que solemos tener automatizado.
Un saludo fuerte
Hola! muchas gracias por su respuesta la verdad es que es una tarea complicada. En mi caso no se trata de progenitores sino de estudiantes. Me gustaría mucho atender a las necesidades de todos y todas pero son tantos y cada uno con su historia que es tremendamente complicado. En los centros escolares, especialmente secundaria que es mi caso faltan profesionales para acompañar durante la adolescencia. Por eso la labor que ustedes realizan es sumamente importante, dar información y asesorar en la gestión. A menudo me encuentro con chavales que "muestran" una falta absoluta de empatía hacia los demás y no hay tiempo humano para trabajar esto en las aulas. En fin, gracias por leerme y contestarme. Un abrazo.